Qué va con qué?
Y si te digo que todo va con todo? Este verano no nos debe asombrar nada. Texturas? Algodones rugosos o escarpados. Encajes planos, rebrodé o con rústicos relieves. Lino… mucho lino; ajado, distinguido, casual; marcó tendencia el verano anterior y esta temporada se afianzó. Poplines y batistas, bambulas y georgette, muselinas y gasas. Y las ecológicas, que también se destacan. Estampas? Todas con todas. Mucha geometría; paralelas, oblicuas y círculos. Cuadros y cuadritos. Florones desdibujados, o difusos, o nítidos. Pasteles empolvados: rosa con celeste, con amarillos y con grises.
El ámbar a rabiar, de la mañana a la noche. Y también los colores estridentes, con mucha fuerza. Bordados, pedrería, perlas y parches que aparecen en los lugares menos obvios. Camisas, blusas y vestidos con volados. Las faldas van del largo que más cómodo te resulte. Pantalones óxford, lápiz y palazos, cortones o hasta el piso. El denim, que llegó para quedarse, juega invadiendo otras texturas, y el resultado es armonioso y simpático.
Todo va con todo.
SIETE LUNAS